sábado, 30 de noviembre de 2013

Gatito quiere jugar con un reptil


CONMOVEDORA AMISTAD ENTRE UN SOLDADO Y UNA ARDILLA





 Aunque parezca una historia sacada de un cuento de hadas, sus protagonistas son de carne y hueso. Ambos, un soldado bielorruso y una ardilla recién nacida, han conmovido al mundo con su aventura, una historia de amistad y humanidad que supera los prejuicios entre especies. Sirviendo en el ejército bielorruso, el soldado Pyotr se encontró a los pies de un árbol a una cría de ardilla. Estaba desnutrida y deshidratada, inconsciente y a punto de morir. Como si fuera su ángel de la guarda se la llevó consigo y, dándole calor y cariño, y alimentándola cada cuatro horas con una jeringuilla, logró devolverle la vida. Durante los dos años en que sirvió en el Ejército bielorruso, la ardilla fue su fiel compañera. Cuando se licenció, nunca se le pasó por la cabeza separarse de su querida Minsk (así se llama la ardilla) y se la llevó consigo. Las imágenes hablan por sí solas. Ahora Pyotr, que trabaja como taxista, tampoco se separa de su amiga en las horas de faena, para sorpresa de sus pasajeros, a los que emociona al contarles la historia del pequeño animal. Minsk está registrada y cuenta con su cartilla sanitaria veterinaria como es debido. Además, se lleva de maravilla con el otro miembro de la familia, un precioso gato con el que también comparte su vida y hogar Pyotr. Os deseamos una larga y feliz vida a todos. Gracias a todos los que en cualquier lugar del mundo hacen con su empatía y respeto hacia los demás seres que este sea un mundo mejor.