Una de mis pasiones es estudiar el comportamiento de los
animales y entrenar mascotas. Es por ello que hoy quiero darle respuesta a una
de las preguntas que más me hacen: “¿los gatos se pueden entrenar?”… La
respuesta es simple: sí. Para que te des una idea, en el mundo entero existen
gatos que usan el inodoro, participan en carreras de agilidad, reconocen
colores, juegan pelota y corren para atrapar el frisbee.
Paciencia y cariño: claves para entrenar a tu gato / Foto:
Thinkstock
Pero, no te confundas. Los gatos no tienen la misma disposición
que los perros para repetir acciones y seguir órdenes. Los felinos basan sus acciones en instinto, ya que
su domesticación dependió en su agilidad y destreza para cazar ratones, no en
su intuición y capacidad para complacer a su amo.
El entrenamiento de un gato requiere de más paciencia que el de un
canino; y debemos asegurarnos que la constante repetición de acciones y órdenes
no estresen a nuestro gatuno amigo. Por ello, hoy te voy a dar unas ideas para
que tú mismo, en casa, puedas entrenar a tu gato;
lo cual te ayudará a mejoran tu relación con el felino y además a desarrollar
su inteligencia.
Al igual que con los perros, el refuerzo positivo es la forma correcta de atraer su
atención y demostrarle que al repetir una acción algo bueno sucede pero, en el
caso de los felinos debemos asegurarnos que dicha recompensa sea tan deseada
que realmente llame su atención. Por ello te recomiendo usar comida, de ser
posible atún o pollo.
Recompensa a tu amigo con un pequeño premio / Foto:
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Lo primero que vamos a hacer es usar
una “varita guía”.
Éste es un palito con el cual vamos a dirigir la atención de nuestro gato, y lo
haremos untando la punta con la comida que hayamos decidido usar como
recompensa.
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Después, vamos a dejar que nuestro
amiguito toque con su nariz la varita y cada vez que realice dicha acción, le
vamos a recompensar. De esta forma, nuestro gato relacionará el tocar la varita
con una acción positiva.
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Cuando nuestra mascota ya esté
entrenada en tocar la varita, vamos a asegurarnos de entrenarle en seguirla.
Cada vez que queramos que realice un movimiento, vamos a señalar con la varita
dicho lugar y una vez nuestro gato realice la acción y toque la varita con su
nariz, le vamos a recompensar de nuevo.
Este simple entrenamiento es el inicio de un sin fin de
posibilidades, ya que con este utensilio podemos enseñarle a subir y bajar,
saltar de un lado a otro, seguirnos alrededor de la casa y otras actividades.
Es muy importante que recordemos no usar demasiada vocalización al
entrenar a nuestro pequeño amigo. Una orden simple
y clara es suficiente. No queremos confundirle y frustrarle. También, debemos recordar que dichos ejercicios deben ser
realizados diariamente por periodos de no más de 5 minutos y que la paciencia es la clave de nuestro éxito.
