sábado, 21 de septiembre de 2013

Alergias en nuestros gatos




La alergia se define como una respuesta exagerada del sistema inmunológico frente a sustancias que el sistema inmunitario reconoce como nocivas (alérgenos).

Las más comunes en los gatos son:
La alergia debida a las picaduras de pulgas que se desarrolla en el momento en el que la pulga pica a nuestro gato. Se debe a la saliva que le inocula la pulga en la piel generando un cuadro de inflamación cutánea. Si un gatito está afectado por esta alergia se va a rascar mucho sobre en la zona afectada y podremos observar allí pérdida de pelo, que también puede extenderse a otras áreas. Además, exteriormente podrán observarse costras y descamaciones de capas de piel.

La alergia a los alimentos. Esta se desencadena por algún componente de la dieta que ingiere que lo puede afectar generado una hipersensibilidad alérgica. Puede ser repentina, ante un alimento que ha consumido durante muchos años y que de pronto comienza a generar una reacción alérgica. Para probar esto se puede hacer un test restringiendo algunos ingredientes de la dieta hasta descartar cual es el que le da esa reacción y poder evitarlo.

Las atopías (por inhalación)

La alergia al comedero, que se presenta cuando nuestro amiguito de cuatro patas come de un comedero o bebedero de un material alergénico y en consecuencia padece lesiones en su cabeza, cara, labios u hocico. Por eso, es recomendable utilizar comederos de materiales como el vidrio, la cerámica o el acero inoxidable.

La alergia a los humanos. Esto es un descubrimiento de corta data que indica que algunos gatos son alérgicos al polvo de algunos hogares, al humo de cigarrillos, la caspa y la piel descamada del hombre o su perfume. Por lo tanto, estos factores pueden producirle una inflamación de las vías respiratorias e inclusive llevarlos al asma. No hay que olvidar que uno de cada 200 gatos es asmático.

El síntoma más frecuente de las alergias es el prurito.

La intensidad de de la respuesta alérgica dependerá: de la cantidad de alérgenos (por ejemplo en primavera, hay más polen en el ambiente), de la asociación de otras alergias (ejemplo: un paciente alérgico a las pulgas, es probable que también lo sea al polen o algún alimento), la asociación con otras enfermedades puede empeorar el cuadro (Ej: ante enfermedades infecciosas de piel, aumenta el prurito y se rascan más). El calor y el stress también intensifican el rascado.

Algunos gatos pueden padecer de alopecia felina excesiva, en este caso observamos un lavado excesivo, por lo que su pelo se romperá y estará inflamada su piel. Es frecuente en gatos siameses, birmanos, orientales y abisinios.

¿Se pueden tratar?
Es importante saber que no hay ningún medicamento que cure las alergias, por lo tanto es recomendable tomar medidas preventivas como por ejemplo realizar control de pulgas en el ambiente y en el animal durante todo el año.

Administrar una dieta hipoalergénica.

Administrar ácidos grasos los cuales tienen efecto antiinflamatorio sobre la piel.

También existen tratamientos inmunoterápicos que ayudan a reducir la respuesta alérgica.

Ante la presencia de alguno de los síntomas descriptos recomendamos acudir rápidamente al veterinario.

Fuentes:
Foyel
Vetersalud

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