jueves, 6 de septiembre de 2012

Toxoplasmosis: ¿los gatos nos llevan al suicidio?


Por: Alejandra Herren
Acabo de encontrarme con otro delirio de la ciencia, en un cable de una agencia de noticias: "AFP: WASHINGTON. Las mujeres infectadas con un parásito que se propaga por las heces de los gatos corren un mayor riesgo de intento de suicidio, sugiere un estudio de más de 45.000 mujeres en Dinamarca, publicado esta semana en Estados Unidos. 'No podemos decir con certeza que el (parásito) Toxoplasma gondii hace que las mujeres traten de quitarse la vida", dijo el profesor Teodor Postolache, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland, autor principal del estudio publicado en la revista Archives of General Psychiatry'."
Soy Toxoplasmosis positiva desde los 20 años, o al menos fue la primera vez que me hice el análisis. He tenido gatos desde niña, y también tuve dos hijos que jamás se contagiaron. Esta presunción (porque como dice el científico, "no podemos decirlo con certeza") alimenta una serie de mitos sobre la toxoplasmosis (y sobre los gatos) que la misma ciencia se ha ocupado de deshacer, y que lo único que consigue es confundir.

Pongamos las cosas en claro: la toxoplasmosis es una infección debida al parásito Toxoplasma gondii, que puede provenir de transfusiones de sangre o trasplante de órganos sólidos, manejo inadecuado de los excrementos de gato que puede llevar al consumo accidental de partículas infecciosas, ingerir tierra contaminada o comer carne cruda o mal cocida (de cordero, cerdo o res).
O sea, NO son los gatos los principales transmisores del virus.


Respecto de la Toxoplasmosis congénita, el sitio de medicina MedlinePlus indica que "el feto puede quedar infectado con toxoplasmosis si la madre resulta infectada con esta enfermedad DURANTE EL EMBARAZO. La infección se le puede propagar al feto durante el embarazo mismo o durante el período de dilatación o el parto."
En el sitio del Ministerio de Salud de mi país, Argentina, se indica al respecto que "NO es transmitida por contacto directo con felinos. La materia fecal de los gatos SOLO es infectante luego de 48-72 hs, y la ruta de transmisión es fecal-oral. Las posibilidades de infección por esta vía son mínimas, en especial si se mantienen medidas de higiene como la recolección diaria de las heces y el lavado posterior de manos."
Esto quiere decir que si tú ya eres Toxoplasmosis positiva antes de embarazarte, tu bebé está libre de todo riesgo, y que si no lo eres y tienes un gato como animal de compañía para prevenirla bastará con que no seas tú quien limpie la bandeja sanitaria del animal.



Aclaro todo esto porque además soy proteccionista. Y a diario veo cómo muchos gatos son tirados a la calle por sus dueños cuando se enteran de que serán padres.
La sobrepoblación de animales domésticos es una situación tan frecuente en todo el mundo que ocasiona uno de los más grandes problemas sociales que los activistas por los derechos de los animales deben enfrentar. En realidad, los animales que se reproducen indiscrimidamente son las únicas víctimas de esta tragedia que involucra directamente a las personas que irresponsablemente evitan esterilizarlos, o adoptan animales y luego, por motivos tan ridículos como una mudanza, los tiran a las calles.
Los gatos, además, son vistos a través del prisma de una serie de prejuicios, por lo cual, además de estar en la calle suelen ser sometidos a situaciones de violencia extrema. Para mucha gente, los gatos son "traicioneros", "transmiten enfermedades", "producen alergia", y otra sarta de absurdos sin ningún fundamento. Y ni hablar de los que practican algunos credos africanos, que los usan para sacrificarlos.
Si encima de todo esto, un ridículo informe "científico" les achacará el aumento de suicidios en las mujeres, pobre destino el de los pequeños felinos.
Muy por el contrario, un gato, como decía el escritor francés Theóphile Gautier, "se convierte en compañero de tus horas de soledad, melancolía y pesar. Permanece veladas enteras en tus rodillas, ronroneando satisfecho, feliz por hallarse contigo, y prescinde de la compañía de animales de su propia especie. Los gatos se complacen en el silencio, el orden y la quietud, y ningún lugar les conviene mejor que el escritorio de un hombre de letras. Es una labor muy difícil ganar el afecto de un gato; será tu amigo si siente que eres digno de su amistad, pero no tu esclavo."

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